martes, 1 de junio de 2010

Pánico en el túnel

Eran las 09:05 h. de esta mísma mañana, y como todos los días llegaba tarde a la oficina, cuando el metro de pronto se para en seco en la estación de Gran Vía, se abren las puertas y comienza a llegar un olor a goma quedama tremendo, a los pocos segundos el andén comienza a llenarse de humo blanco y gente corriendo hacia la salida, todo el mundo en mi vagón comienza a salir despavorida, todos menos una señora que se agarra fuertemente a dos asideros de los laterales y no me deja salir, momento en que el me pongo muy nervioso y le comento: "Señora déjeme salir porque el metro está ardiendo" así, a bocajarro, a lo cual la señora respondió al instante y salió rápidamente sin apenas mirarme a la cara.
Ya en el andén de esa estación que se cae a trozos cientos de personas esperábamos que apareciera un Stallone a lo Daylight a salvarnos, ya que las salidas estaban algo "taponadas" entre la masa que intentaba salir y los ilusos que intentaban entrar; mientras el humo blanco comenzaba a dispersarse y el conductor corría de un lado a otro del andén sin saber muy bien que hacer.
Al final no pasó nada, el metro se fue vacío y tuve que esperar dos trenes más para poder entrar. Pero lo que yo sentí en ese momento de pánico colectivo no se lo recomiendo a nadie. A NADIE!