El viernes me acerqué nuevamente al Libertad 8 (por el camino ví a Alaska presentando un concierto de no se qué en la calle) donde me esperaban mis niñas y el resto de la troupe libertina a ver el directo de Fede Comín y Elena Bugedo, a los cuales yo no conocía, y me encantaron.. no fué un concierto de cantautores al uso, sino un monólogo musical con bastante humor y buen rollo, al finalizar la actuación nos compramos el disco a 15 euros la unidad, (un poco caro, pero todo sea por ayudar a la cultura emergente) y charlamos un rato con Fede, que se portó genial con las niñas, les dedicó los discos y les narró su vida en diez minutos sin conocerlas de nada. Después nos fuimos hasta el Costello pero la cola kilométrica que había para entrar nos llevó hasta un bar de country-rock cercano en el que nos advirtieron antes de entrar que estaba prohibido fumar porros (no se preocupen que yo no consumo) y allí pasamos un buen rato charlando entre carlsbergs y coronitas hasta que el sueño hizo mella.
Ya el sábado, después de levantarme algo tarde, me quedé perreando en casa, sofá y peli toda la tarde, cené algo y tenía pensado quedarme en casa, pero me llamó mi ex compañero de piso y amigo SuperH. que estaba de paso en Madrid, y nos fuimos los dos a rememorar nuestro años estudiantiles.. y por supuesto acabamos en TorreEuropa, lugar que no pisaba desde hacía dos años al menos y era nuestro templo por aquel entonces, pudimos comprobar que ha cambiado algo y no para bien, aunque quedaban resquicios del pasado y los supimos aprovechar.. ¡Que tiempos aquellos!
Hoy he escuchado el disco que compré el viernes un par de veces mientras hacía limpieza y me quedo con este tema, el que da nombre al disco, y esta estrofa en concreto:
...Mira como tiemblo dentro de tu abrazo,
y húmedo de vos a la intemperie,
me derribo y pierdo todo lo ganado,
tan pequeño voy de mi canción... a tu beso.
