La llamada inesperada

Anoche suena el teléfono, lo miro y en la pantalla aparece el nombre de mi amigo J. de Alz, pero madrileño de adopción como yo. Me sorprende que me llame porque él no es muy dado a hacerlo; por messenger, facebook y demás lo que quieras, pero llamadas nunca, y para quedar, siempre a través de terceras personas, generalmente su novia R. Contesto acojonadito, porque pienso que alguna mala noticia me va a dar, no quise pensar cual.. Pero no, me llamaba para comunicarme que R. y él se casan, que ya tienen día y lugar y necesitan de mi ayuda para diseñar las invitaciones de boda. A mí casi me da algo al oír la noticia, porque son la tercera pareja del grupo de amigos de Alz que se casan en tres años, sin contar a otras dos parejas con intenciones, y a María y Fer que nos regalaron una boda preciosa el mes pasado; porque cuando lo hagan, en marzo del próximo año, apenas tendrán 26 años, porque a pesar de vivir juntos desde hace 1 año me sigue pareciendo una locura.. Pero que necesidad??
-Que sí, que me alegro mucho por vosotros, todo mi ánimo y mi ayuda, la que necesitéis, pero entre unos y otros me estáis sumiendo en una depresión post-adolescente. Hace apenas unos años hacíamos locuras propias de la edad, los fines de semana eran de botellón y discoteca, la noche no tenía horas y los padres eran unos pesados que no paraban de “dar la vara” no habíamos terminado la carrera y por supuesto no teníamos un trabajo estable, ni ganas de encontrarlo, y hoy veo como todos van uniendo sus vidas a otra persona bajo un mismo techo, como dan el paso de casarse y algunos asumen responsabilidades como padres; Y yo.. aquí sigo en la fase “solito en el mundo”y sin previsiones de cambiar, aunque a veces me digo a mí mismo: -Que coño Ralz! si apenas has cumplido 25 vas a pensar ahora en esas cosas! Pues las pienso.. y no debería.