viernes, 10 de septiembre de 2010

Vitality´s night out

Anoche Madrid fue una fiesta, y un gran escaparate para ser visto también. Al parecer había una competición entre adolescentes para ver quien llevaba los zapatos más extremos la falda más corta y la pose más forzada, tal que así..

Mientras esperaba en Colón a que unos amigos llegaran e intentar cenar algo por la zona, creí por un momento estar en el Upper East Side neoyorquino viendo pasar ante mis ojos decenas de Serenas, Chuks, Blairs y Nates, muchos “Nates”. Después de dar una vuelta por serrano y Jorge Juan sin encontrar nada interesante nos dirigimos en torno a las 12 de la noche a un restaurante mejicano en Núñez de Balboa donde nos hicieron el favor de no cerrar hasta que terminásemos de cenar (...) Desde allí y andando, aunque a algunos les pesara, llegamos al Upper West Side madrileño donde me encontré con gente inesperada y descubrí que el fondo Madrid y sobre todo su centro es como un pueblo, todos nos conocemos y si no, tu amigo conocerá a ese o esa que te observa y que descubres que hace no mucho se lió con la hermana de tu compañero de clase, ese al que un día te encontraste en el bar más extravagante del barrio. Sí, eso es Madrid también.
Ya a las 2:30 de la mañana nos fuimos a Boite, que estaba a reventar de gente, por el camino una amable chica echo por la boca todo su estómago delante de nosotros, lo cual fue de agradecer que no lo hiciera encima. A las 4:30 llegué a casa, dormí tres horas, sonó el despertador, lo apagué y me quedé dormido, por lo tanto he llegado tarde, muy tarde a una reunión con una clienta, que menos mal, es agradable y comprensiva, no como otras/os.
Yo todo esto hace casi dos años que no lo hago, porque mi cuerpo y mi mente no rinden, pero anoche me divertí tanto con estos tres "elementos" a los que les estoy cogiendo un cariño especial que puede que vuelva a revivir mi época estudiantil. Y que coño, que hasta causamos sensación.. concretamente una chica se nos acercó y nos dijo diectamente que nosotros cuatro le poniamos mucho.
Por cierto, he de decir que mi favorecedor moreno ibicenco que aún perdura me hace ganar muchos puntos, lo que a su vez me da una gran autoconfianza y que luego deriva en situaciones especialmente entretenidas.
Buen y blanco fín de semana a todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja..., habría que saber si precisamente lo que ponía tanto a esa chica era la visión de los cuatro juntos..., y si por separado hubiérais podido causar en ella el mismo efecto, je... Es broma, evidentemente que tú sí, y todavía más, si cabe, con ese favorecedor bronceado... Abrazo.

Inerzia dijo...

Un día iré a que alguna de esas chicas me enseña a caminar sobre esos taconazos...que tengo el armario lleno de zapatos altos que no me pongo...jejeje.

Qué suerte que te pones moreno!!Te envidio reconcentradamente,que lo sepas.

Un beso!