lunes, 23 de julio de 2007

Mi escapada a Lisboa


Es lunes, después de comer y estoy que me muero de sueño y cansancio... anoche llegué muy tarde a casa después de pasar cuatro días en Lisboa sin parar... de andar, de descubrir, de conocer, de bailar, de hablar, de...

Me ha sorprendido lo poco que conocemos esta ciudad en España, la primera visión nada más llegar es que te cobran por todo, autopista para acá y autopista para allá, que existen muchas desigualdades sociales y que está un poco atrasada, no solo Lisboa, todo Portugal, yo pensaba que habia avanzado algo más, pero me equivoqué, lo único en lo que han avanzado es en el precio de las cosas... porque ese mito de que Portugal es más barato, es sencillamente MENTIRA!! es más caro todo, el trasporte urbano, la comida, la ropa... todo salvo el viajecito en taxi, el cual es un poco más barato que aquí, será también por la falta de comodidad, porque subirte en uno es como subir a una montaña rusa de los años setenta, y es que tienen una forma de conducir un tanto peculiar.

La ciudad en sí está bien, si no te preocupa mucho la estética, claro, el centro (La Baixa) lo mejor conservado, pero si te vas al casco antiguo... no sabes si estás en Lisboa, en La Habana o en las ruinas de un asentamiento romano, es un tanto confuso. Y luego está el barrio alto... el cual nos sorprendió puesto que pensabamos que era más turistico y para nada... a mi me gustó, es una mezcla entre Chueca y Malasaña en Madrid, pero en plan "chungo" pero me gustó, no se porqué.

También visité Cascais, una pequeña ciudad costera al estilo Marbella, pero más light y Sintra, en que existen múltiples lugares que visitar pero en el que solo pudimos ver, por falta de tiempo y dinero, el palacio Da Pena, un palacio del siglo XIX que parece sacado de un cuento de hadas, rodeado por un jardín (más bien un bosque diría yo) propio de Galicia o los Pirineos.
El fin de semana salimos de marcha por Docas, una zona de discotecas y restaurantes junto a un embarcadero, bajo el puente colgante 28 de abril (el puente rojo de Maphre) y descubrimos que los lisboetas no son muy marchosos... salen poco y cuando salen consumen poco... nos dijeron que se debe a que la gente no sale por no gastar dínero, que todo está muy caro y los sueldos son más bajos que en España. Y yo que me lo creo, vaya.
La reflexión final es que ví un país algo atrasado y colonizado por las empresas españolas, porque no en pocas ocasiones sentí estar en territorio español rodeado de todo lo iberico posible, tiendas, bancos, restaurantes, agencias de viajes, inmobiliarias, la música de los pubs...los famosos españoles es sus revistas... y en su publicidad, todo muy patrio...

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